Alexis Moreno-Pulido

A Santiago Ramón y Cajal (1852- 1934) le debemos las más célebres recomendaciones dirigidas a investigadores noveles. Los tónicos de la voluntad recetados por don Santiago continúan siendo necesarios para los jóvenes investigadores que inician su carrera en la actualidad. La independencia de juicio, la perseverancia en el estudio, la pasión por la gloria o el gusto por la originalidad científica son cualidades que todo científico debería cultivar.
En esta entrada se presentan una serie de consejos para los jóvenes que se encuentran en los albores de su carrera científica, con la esperanza de que puedan ayudarles en su desarrollo profesional. Comencemos:

  1. La primera gran decisión de todo investigador novel es la elección del director/a de tesis doctoral. El director o directora es la persona con la que trabajará durante un periodo prolongado de la vida, y la encargada de la formación del joven investigador. Por tanto, el investigador debe reflexionar sobre las cualidades del director y valorar su currículum antes de tomar una decisión.
  2.  La segunda gran baza que debe jugar el joven investigador tiene que ver con las estancias de investigación. La elección de un tutor internacional o profesor receptor debería fundamentarse en los resultados de aprendizaje esperados.
  3. En el siglo XXI los investigadores españoles no se sienten tan aislados ni solitarios como Ramón y Cajal en la España de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La integración del científico en grupos de investigación con proyección internacional es tan necesaria como recomendable.
  4.  Poner pasión en el trabajo es un consejo aplicable a cualquier profesión, y también a la investigación científica. Escoger un tema de investigación apasionante garantiza que las horas de trabajo fluyan.
  5. Conocer el camino seguido por los mejores, el norte científico, y no desviarse del mismo.
  6. Evitar las distracciones. Lo normal es que a lo largo de la carrera profesional aparezcan muchas ocasiones para ganar dinero. El investigador debe meditar sobre si es el momento de investigar o de generar dinero. Lógicamente, resulta recomendable aprovechar las situaciones win-win, es decir, las oportunidades de conseguir dinero investigando.
  7. Cultivar el rigor, el compromiso ético y la honradez científica. La confianza se gana en años y se pierde en un instante. Además, una vez perdida es muy difícil, por no decir imposible, recuperarla.
  8. Recabar información. La suerte favorece más a los que están mejor informados.

En este vídeo se profundiza en los consejos referidos con anterioridad.