El Ranking Académico de las Universidades del Mundo,-Academic Ranking of World Universities, ARWU, o Ranking de Shanghai-, fue publicado por primera vez en junio del 2003 por la Universidad Jiao Tong de Shanghai (China), y se actualiza anualmente. Aunque existen muchos otros rankings universitarios, este se ha convertido en un referente a nivel mundial para identificar las universidades de investigación consideradas más relevantes.
El Ranking de Shanghai se creó con el objetivo de conocer el posicionamiento de las universidades de China en comparación con las del resto del mundo, sobre todo con las estadounidenses, debido al interés del gobierno chino en colocar un número determinado de sus universidades entre las primeras del mundo. Califica más de mil doscientas universidades cada año y publica las quinientas mejores en su web
El ARWU clasifica a las universidades utilizando seis indicadores objetivos:
Calidad de la docencia:
- Antiguos alumnos que han ganado premios Nobel y medallas Fields (Medallas internacionales en matemáticas): 10%
- Profesorado que haya obtenido premios Nobel y medallas Fields: 20%
Calidad del profesorado
- Número de investigadores altamente citados en 21 materias. 20%
- Número de artículos publicados en las revistas Nature y Science. Si la institución está especializada en Humanidades y Ciencias sociales, ese apartado no se considera, y el peso de los demás elementos de calificación aumenta para compensar: 20%
Producción investigadora
Número de artículos publicados en revistas indexadas en Science Citation Index – Expanded (SCIE) y Social Sciences Citation Index (SSCI) (solamente valen las publicaciones del año anterior al estudio): 20%
Rendimiento per cápita
- Rendimiento per cápita respecto al tamaño de una institución. Este criterio se obtiene a partir de los cinco indicadores anteriores combinados, dividiéndolos el resultado entre el número de profesores a tiempo completo.
Este ranking valora principalmente parámetros relacionados con la investigación, midiendo la calidad de la docencia de forma indirecta y dejándola en un segundo plano. Debido a los criterios que evalúa, en general obtienen valores más altos las universidades más grandes y aquellas que destacan en ciencias y medicina, alcanzando valores más altos para los indicadores relativos a la calidad del profesorado y a la productividad científica.
Hace un mes, se publicó la edición 2014 del Ranking de Shanghai, en el que nuevamente Estados Unidos aparece como el país con las universidades de investigación más prestigiosas, Harvard en cabeza, seguida por Stanford, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de California, Berkeley, Cambridge, Princeton, el Instituto Tecnológico de California (Caltech), la Universidad de Columbia y en el 9º la Universidad de Chicago, que comparte el puesto con Oxford.
En cuanto a España, el ranking recoge doce universidades entre las quinientas primeras publicadas, encabezadas por la Universitat de Barcelona, destacada entre las doscientas mejores del mundo. Este ranking y los muchos otros existentes son útiles porque ofrecen un listado general de universidades excelentes, pero conviene analizarnos con detenimiento, teniendo en cuenta qué miden y cómo lo miden; si emplean encuestas, de qué tipo son y a quién se las hacen, si los indicadores elegidos tienen en cuenta el tamaño de la universidad o son absolutos y, en general, observando si los parámetros establecidos son capaces o no de recoger y evaluar la calidad de la institución del modo más objetivo posible.
En este sentido se enmarca la iniciativa IREG Observatory on Academic Ranking and Excellence , o las revisiones de la EUA , que tienen por objetivo evaluar la calidad de los rankings universitarios para asegurar que estos sigan una metodología rigurosa.
Por último, para tener una visión de la situación de las universidades en el territorio español, también se puede acudir a otros rankings a nivel nacional. A modo de ejemplo, es interesante observar la metodología e indicadores del proyecto u-ranking que evalúa cuatro grandes ámbitos: docencia, investigación, innovación y desarrollo tecnológico, y dentro de cada uno de ellos, tiene en cuenta los recursos disponibles, la producción obtenida, la calidad y la internacionalización de las actividades, especificados en distintos indicadores.
Créditos imagen: running in the rain, Kristina Alexanderson, licencia CC BY-NC-SA 2.0
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